jueves, 5 de abril de 2012

We Love You

Ronny Edry es un diseñador gráfico israelí de cuarenta años. El pasado 15 de marzo, él y su mujer Michal Tamir, iniciaron una cadena que habría de recorrer el mundo. Pero me gustaría que fuera él mismo quien se presentara.

 

El mensaje es claro: los gobernantes (buscando una manera de financiación, logros personales o quién sabe por qué) fomentan el odio entre los distintos pueblos, lo que hace brotar el odio hacia los habitantes de otro país. Aunque no hayan hecho nada. Aunque simplemente estén ahí. Por desgracia, siempre ha sido así.

Sin embargo, podemos cambiar. Ahora que todos hablan de las proximidades de una tercera guerra mundial, iniciada precisamente por Israel hacia Irán (o por Irán hacia Israel), lo que provocaría que los Estados Unidos intercedieran como mantenedores (?) de la paz mundial, hecho que atraería a otros países (China, Corea del Norte, Europa) a decantarse por uno u otro bando; ahora que la última guerra que viviría el ser humano, la que terminaría por aniquilarnos definitivamente, parece que está destinada a empezar antes de agosto, es importante que voces como la de Ronny Edry surjan. Porque las guerras están hechas por seres humanos hacia otros seres humanos. Y nadie nace odiando. El odio es infundado. Y casi siempre viene diseñado desde las altas esferas del poder. 

Como sucede últimamente, esta campaña, así se explica en el vídeo, se inició en Facebook, y tuvo una respuesta masiva: de inmediato, numerosos ciudadanos israelíes comenzaron a subir sus imágenes en la misma línea: «iraníes: nunca bombardearemos vuestro país»; «os queremos».




Pero lo mejor, sin duda, fue la respuesta del otro lado...

  
Este feed-back pacífico está conmoviendo las redes sociales durante las últimas semanas. ¿Lo han visto en algún telediario? ¿Se ha mostrado el vídeo de Ronny en algún programa de máxima audiencia? Lamentablemente, intuimos la respuesta antes de conocerla.

Nadie quiere la guerra, a pesar de que los dirigentes del mundo nos estén abocando a ella. Nadie odia por naturaleza. El odio es aprendido. Y, puesto que podemos aprender a odiar, también podemos aprender a amar. Y aprendiendo a respetar nuestras diferencias descubriremos que, realmente, tampoco somos tan diferentes. Y eso es algo que hay que enseñar desde la escuela, desde la familia, desde las instituciones. Porque queremos un mundo en paz. Porque nos merecemos un mundo en paz, y es lo mejor que podemos legarles a las futuras generaciones.

Además, Ronny Edry, para ampliar la difusión de su campaña, ha abierto una página en una de esas webs de crowd funding. Todo es poco cuando el mensaje es bueno. Porque lo que importa aquí no es el hecho concreto de Israel-Irán. Es un mensaje de paz y de amor hacia cualquier pueblo, por encima de cualquier diferencia cultural, racial, ideológica o impuesta. Si entendemos el mensaje, lo sabremos transmitir. Buena suerte.

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