miércoles, 22 de junio de 2011

Recomendaciones para este verano

Quizá más que hablar de recomendaciones debería decir «posible hoja de ruta». Mía, por supuesto. Cada cual que la tome por donde y como quiera, cada cual que la siga a su manera.

Ayer comenzó la estación más calurosa del año (a este lado del globo terráqueo), coincidiendo con el Día de la Música. Lamentablemente, no escuché demasiada música. Un poco de Los Rodríguez antes de ducharme, Los Delinqüentes que llevo en el coche desde hace algunas semanas y poco más. Del grupo hispano-argentino escuché ese himno al calor y al amor que es «Mucho mejor», con las voces de Andrés Calamaro, Ariel Rot y Coque Malla proclamando que sí, que hace calor, mucho calor...



De Los Delinqüentes, una recopilación de sus mejores (para mí) temas, uno de esos CD de mezclas que de tanto en tanto me gusta grabar para tal vez así no perder la vieja costumbre de las cintas pirata.

Mi primera recomendación es que escuchen mucha música. En directo o por la radio, en Internet (por ejemplo, en Rockola) o en discos originales, pero escuchen música. De cualquier estilo. Si les gusta, nunca les defraudará. También pueden acercarse a uno de los tantos festivales de verano que se realizan por nuestra geografía. Yo nunca he ido a ninguno (prefiero los conciertos), pero seguro que alguno de ellos se ajusta a sus preferencias.

También pueden aprovechar el verano para leer. Acabo de terminarme la trepidante y excelente última novela de Javier Sierra, El ángel perdido. Una buena historia para leer en la playa o junto al chiringuito. Mi siguiente lectura será El holocausto español, de Paul Preston, que también promete, y mucho. Ambas obras las tengo firmadas por sus respectivos autores, así que hay algo de «personal» en todo ello. Si queda tiempo, que espero que sí, me gustaría rematar el guión de un largometraje que me traigo entre manos: una comedia romántica. Eso y avanzar algún otro proyecto de escritura que tengo en mente.

Y también viajar. Este verano quiero visitar las ruinas romanas de Segóbriga, en la localidad conquense de Saelices. Dos o tres días en mitad de la naturaleza, paseando, bañándome y viendo monumentos, además, obviamente, de disfrutar de la gastronomía castellana. Y, lo mejor, todo eso acompañado de la agradable y hermosa compañía de mi novia.

PhotobucketIgualmente, este verano quiero hacer una escapada (también con mi chica) a Tabarca. Sería la segunda vez que piso esa pequeña isla, y lo cierto es que de la primera vez no recuerdo nada, y lo poco que me viene a la mente está sugestionado por una fotografía saliendo del barco de la mano de mis padres, cuando apenas les llegaba a la cintura.

No soy muy de playa, pero me han contado que el agua que baña Tabarca es cristalina, y claro, quiero comprobarlo personalmente.

Respecto al cine, prefiero mantenerme alejado de las carteleras durante la época estival: demasiadas películas infantiles, de dibujos animados y para público familiar, a pesar de que Cars 2 tiene muy buena pinta y dos o tres, estrenadas o aún por estrenar, tampoco parece que vayan a defraudar.

Por lo demás, un verano tranquilo. Como siempre, disfrutaré del chupinazo inicial de las fiestas de San Fermín (una tradición personal que conservo por haber venido al mundo un 7 de julio) y veré el primer encierro y cuantos pueda a partir de ese día. Y también como siempre, viviré las fiestas patronales y de moros y cristianos de Novelda, mi ciudad natal, que tienen lugar entre el 19 y el 25 de julio (a pesar de que el pregón es la semana antes y la subida de la Santa, de vuelta al Santuario de Santa María Magdalena, es el primer lunes de agosto).

Este año serán unas fiestas algo especiales. Las he vivido desde dentro, como músico de una banda oficial de una de las comparsas; las he vivido desde fuera, también como músico, pero esta vez como miembro de la Unión Musical «La Artística» de Novelda, tocando los conciertos y las procesiones exclusivamente. Las he vivido desde dentro, como concejal del equipo de gobierno durante la pasada legislatura, y ahora desde fuera, como concejal, pero en la oposición. De cualquier forma, el tiempo que me quede libre lo emplearé para ver alguna actuación, pasear por la feria y ver los fuegos artificiales del último día, con esa sensación de que, aunque tiene que pasar todo el mes de agosto, el verano parece que llega a su fin.

Y decía que serán unas fiestas especiales por el hecho de que este año, por segunda vez, saldré el 19 de julio al balcón del Ayuntamiento a dirigir a las bandas de música participantes en la Entrada de Bandas, solo que esta vez, en vez de los acordes del pasodoble Novelda, sonarán las notas de Novelda en Fiesta, el pasodoble festero que compuse para los Moros y Cristianos y que se estrenó a primeros de estre año, con letra del poeta local Francisco Antonio Montero Ruiz.

Poco más.

Un verano como cualquier otro, como pueden ver. Si alguno de ustedes puede permitírselo, que viaje, hay sitios cercanos y baratos, no muy lejos de nuestras casas, que son verdaderos paraísos naturales. El que quiera, que lea o vaya al cine, que escuche música o canta. El que pueda, que no haga nada, que se tumbe en el sofá al fresco del Tour de Francia y una buena siesta y descanse.

Pero de una manera u otra, sean felices. Esa es mi última recomendación. Si no nos vemos antes, y siempre que no haya nada remarcable, nos leemos en septiembre, o en mi Twitter o mi Facebook.

Gracias.

Ah, y sonrían, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario