sábado, 27 de agosto de 2011

¡Qué bueno el regaliz!

Fue ayer por la tarde, viendo ese entretenidísimo programa de Antena 3 «¡Ahora caigo!», presentado por Arturo Valls. Para el que no conozca la dinámica del concurso, unos pequeños apuntes: un concursante principal se coloca en el centro del plató rodeado de diez participantes, a los que irá retando en una serie de preguntas hasta que alguno de los dos falle. Entonces se abren las compuertas sobre las que están colocados y los concursantes, literalmente, caen al vacío. He oído que la caída es de tres metros, así que más vale saberse la respuesta...

Para ayudar un poco, la solución viene marcada en la pantalla por espacios en blanco y algunas letras están visibles, con lo que el concurso (al menos, desde casa, tumbado en el sofá y con el aire acondicionado puesto) es relativamente sencillo, a no ser que la respuesta sea muy enrevesada o el participante se quede en blanco.

En el programa de ayer, la pregunta era algo como «Golosina que también fue un grupo infantil de los 80». La respuesta era «regaliz». Dicho sea de paso, yo no conocía ese grupo de música. Me quedé en Parchís, Bom Bom Chip y Enrique y Ana. Regaliz se me pasó... El caso es que el presentador dijo «qué buena está la regaliz». Y mi novia, que veía el programa conmigo, me preguntó si no era en realidad el regaliz. Lo que tiene salir con un filólogo...

Por supuesto, respondí. Un error frecuente. Incluso, he llegado a escuchar personas que lo llaman «regalicia», posiblemente debido al influjo de la voz catalana «regalèssia». En cualquier caso, el Diccionario panhispánico de dudas lo deja bien claro:


De ese influjo de otras lenguas viene el despiste del presentador Arturo Valls. Él, como valenciano que es, está inmerso en el bilingüismo de la Comunitat Valenciana, aunque otro asunto sería debatir si existe realmente el bilingüismo en esta tierra...

Vayamos ahora al DRAE, en su 22ª edición:

Como bien nos informaba el Panhispánico de dudas, la forma original latina (de donde derivó al castellano antiguo y finalmente al español) era femenina, y es interesante observar que en el griego primitivo la etimología de la palabra venía a significar «raíz dulce». También nos explica el Panhispánico (recuerden que ambas obras se pueden consultar digitalmente a través de la página web de la Real Academia Española) que esa -a de regaliza se perdió en la Edad Media, debido al influjo del árabe, un pueblo (con su lengua, su cultura y sus costumbres) que ya estaba plenamente instalado en la península ibérica, debido al «sinónimo de origen árabe orozuz».

De hecho, orozuz es la primera acepción de regaliz.


La planta, muy común en nuestro país y en Oriente Próximo, recibe muchos nombres, además de regaliz: agarradera, alcazul, alcarzuz, alfendol, findoz, la muy curiosa chocolate del moro, orojué, paliduz, palo dulce, etc. Su nombre científico es Glycyrrhiza glabra; la primera parte del término ya está explicado en el DRAE y, respecto a la segunda, únicamente señalar que glabra se refiere a la ausencia de pilosidad.


Otra curiosidad de esta planta es que tiene hojas imparipinnadas; esto es, que cada hoja está dividida en varios pares de foliolos (o pinnas), excepto en el ápice, donde solo tiene uno.

De los rizomas de esta planta se extrae el regaliz, hirviéndolos con agua para sacarles el jugo y preparar esta golosina tan popular, acompañante eterna de todas las infancias a lo largo de muchísimos años.

A mí me gustaba más el regaliz de color rojo

También eterna (o casi) es la compañía de otro producto que se comercializa desde hace más de cien años y cuyo ingrediente principal es el regaliz: las Pastillas Juanola.


El origen de estas «pastillas» hay que buscarlo en 1906, cuando el farmacéutico Manuel Juanola Reixach empieza a comercializarlas en su farmacia del barcelonés barrio de Gràcia a partir de una fórmula que él mismo había creado y que ayudada a «aclarar la tos y refrescar la boca». Dicha fórmula, que incluye regaliz, mentol, eucalipto y aceites esenciales, sigue intacta después de más de cien años, y hay que reconocer que las Pastillas Juanola son un producto que ya forma parte del imaginario cultural de nuestro país.

Además, gracias al hecho de que solo se venden en farmacias (desde 1998, el producto depende del grupo italiano Angelini Farmacéutica S.A.), quizá exista una creencia generalizada de que son algo más que un simple caramelo de menta (o de regaliz, que también los hay), el mejor paliativo contra la ronquera o el mal aliento, sin llegar a ser un medicamento, y encima desarrollado a partir de ingredientes naturales.

No obstante, la pregunta del programa «¡Ahora caigo!» tenía relación con el grupo musical Regaliz, que debutó en mayo de 1980 y que, como cualquier otro grupo musical infantil, tuvo una trayectoria efímera: tan solo tres años. Eso sí, durante ese corto espacio de tiempo, su discografía se encargó de que publicaran cinco álbumes de estudio y protagonizaran dos películas, La rebelión de los pájaros (en 1981) y Buenas noches, señor monstruo (de 1982), esta última dirigida por Antonio Mercero, que venía de rodar la archiconocida serie de televisión Verano azul. A continuación les dejo un tema interpretado por Regaliz, un clásico rock'n'roll.



Sea como fuere, en caramelos, pastillas, tiras, barritas..., o directamente de la raíz, y hasta como nombre de un grupo infantil de música, ¡qué rico está el regaliz!

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