Últimamente me han llegado numerosos correos electrónicos, de reenvío fácil y origen completamente visible, en contra del PSOE.
Esos correos hablan de los cargos de confianza de los políticos, de los estudios universitarios de unos y otros, de los padres y los hijos de no sé quién... Siempre, claro está, no creo que haga falta decirlo, sobre políticos que militan en las filas socialistas.
Por esa regla de tres, lo mismo se podría hacer con el Partido Popular, y en algunos casos no tendríamos ni siquiera que salir de los límites de la propia ciudad, pero bueno, seamos serios.
Creo que a estas alturas de la vida, todos tenemos claro que todo alcalde, presidente y ministro puede nombrar a sus cargos de confianza en base a eso mismo: la confianza en esa persona en cuestión. Lo dice la palabra. También existe el hecho de que en ningún sitio está escrito que un político deba tener estudios superiores, un doctorado y un máster, a ser posible en alguna universidad del extranjero. No seré yo quien lo exija. Ni tampoco seré yo el que ponga en duda o desmerezca la labor de un político, de cualquier partido e ideología, personas que, buscando la mejora y el beneficio de sus correspondientes municipios, provincias, comunidades o países, encuentran (la mayoría de las veces) un mundo de soledad e intimidad vulneradas. Tanto a los políticos que actúan en público como a aquellos cuya labor (ya sea como asesores o como cargos de confianza) está más oculta, a todos hay que agradecerles el hecho de dejar atrás su vida personal, su familia y sus amistades (amén de tiempo libre e intimidad, ya mencionada antes) para dedicarse al bien general.
Y que conste que no me meto con nadie, a pesar de que la extrapolación sesgada e intencionada que se pueda hacer de mis palabras pueda molestar a alguien. Repito: no es mi intención molestar a nadie.
Pero no entiendo esos correos electrónicos en contra del PSOE. Si los elaboran personas en contra de la clase política en general, ¿por qué no se menciona en ellos el caso Gürtel, Carlos Fabra, el caso Brugal y demás escándalos que protagonizan cargos públicos del Partido Popular? ¿Por qué no se habla del sueldo millonario que todos los españoles pagamos a la señora María Dolores de Cospedal? ¿Por qué no se mencionan los miles de niños y niñas de la Comunitat Valenciana que tienen que estudiar dentro de barracones? ¿Por qué no se le da voz a todas esas personas que ven evaporizadas las ayudas que el Gobierno central concede por la Ley de Dependencia, ayudas que se extinguen cuando tocan suelo valenciano?
¿Qué quieren demostrar con esos correos? ¿Quieren, quizá, tapar con acusaciones sobre otros las vergüenzas propias? ¿Pretenden que no se hable de los casos de corrupción que inundan al Partido Popular, casos de corrupción abiertos por jueces y perseguidos por la policía? ¿Quieren extender una cortina de humo? ¿Quieren falsear la realidad? ¿Quieren hacernos pensar que todos, jueces, policías, periodistas, están en contra suya?
La respuesta es obvia: las personas que confeccionan esos Power Point plagados de faltas de ortografía y verdades a medias tienen intereses creados. Como en la obra de Jacinto Benavente, hay personas que fingen ser cultas y de alma limpia para conseguir el beneplácito y los votos de quienes les rodean. Es una auténtica lástima...
Y también es una lástima el tener que recurrir a la elaboración de documentos que solo muestran una parte de la realidad con la única intención (pobre, por cierto) de presentar al PSOE y a quienes lo forman como cúmulo y causante de todos los males que envuelven al mundo.
A todas esas personas, libres de tiempo y carentes de vida social, les recomendaría que se pasasen por cualquiera de las tres diputaciones provinciales de la Comunitat Valenciana, o por cualquiera de las consellerías de nuestra Generalitat. Ahí podrán encontrar muchos temas con los que seguir creando sus entretenidos Power Point.
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