Hoy se conmemora el Día internacional contra la violencia de género, uno de esos días (como el del sida, el de la mujer, el de los derechos del niño o el del cáncer de mama, pero también el de difuntos o el de los enamorados) que sirven de excusa para acercarse (no se preocupen, no voy a escribir lacra) a una problemática a nivel mundial, fruto de diversos desórdenes mentales y educativos en algunos hombres, que cada año elimina a miles de mujeres por culpa de ese machismo rancio que no acaba de enterrarse en nuestra vida diaria y que sigue basándose, a pesar de que ya hemos entrado en el siglo XXI, en la supremacía física, moral y a todos los niveles del hombre sobre la mujer.
Una supremacía que, por cierto, se cuidó muy mucho de normalizar, extender y regularizar la Iglesia, con la propagación de un Pentateuco donde la mujer no es ya únicamente un personaje secundario sino, además, la causante y la iniciadora de todos los males del mundo.
En esas hemos ido avanzando a lo largo de la Historia de la Humanidad. Unas culturas obligan a la mujer a cubrirse de pies a cabeza para no despertar la libido de otros hombres. Otras culturas castigan el adulterio con la muerte. Otras culturas incitan, mediante la publicidad, a que las mujeres se desvistan a los ojos de los hombres en pro de una conquista amorosa y sexual, pero luego permiten que esos mismos hombres controlen el vestuario de sus parejas en base a la protección ante ataques de violadores, muestra de una contradicción de base que tolera la sensualidad siempre y cuando la hagan las mujeres que están fuera de nuestro círculo más íntimo.
La solución a este machismo reinante que ve a la mujer como objeto, premio o desafío, está en una mejor educación. Es fácil decirlo, claro está, pero nuestros jóvenes, habitantes del mundo en el mañana, están en manos de profesores machistas, gobernados por políticos machistas, sentados a la mesa con padres maltratadores y controladores... Esas jóvenes conviven con amigos y parejas que las subyugan, acuden al cine a ver películas que presentan a la mujer como un objeto débil ante las adversidades que solo puede solucionar junto a un hombre, ven anuncios en cualquier medio de comunicación donde las chicas son maniquíes de escaparate de talla 36, etcétera, etcétera.
¿De verdad la solución está únicamente en una mejor educación? ¿O acaso hay que cambiar todo nuestro sistema de valores?
Mejor la segunda opción, ¿no? Las personas que creen en la igualdad entre sexos no tienen que celebrar un día para la igualdad, al igual que la persona que demuestra diariamente su amor hacia su pareja no espera al 14 de febrero para declarar ese amor. Ni siquiera espera al 1 de noviembre para acudir al cementerio, pues esa siempre recuerda a sus amigos y familiares fallecidos.
Los «Días de» son la excusa para que la materia salga a la luz y todo el mundo tome conciencia, aunque sea un solo día.
Hoy toca la violencia machista. Hoy saldremos a la calle, con pancartas y proclamas, pero las mujeres seguirán sufriendo acoso y vejación por parte de los hombres, ya sea en la familia, en el trabajo, en la calle o en los medios. Hoy todos luciremos lazos color morado, pero miles de mujeres seguirán sufriendo el control de sus parejas, sus padres o sus amigos. Hoy todos pitaremos y sacaremos tarjeta roja al maltratador, pero continuaremos silbando a las compañeras de trabajo y mirándoles el culo de reojo. Triste pero cierto.
¿Cambiará algo? ¿Cambiaremos algo? Pienso que todavía queda una generación completa, que nazca en completa, plena y real convivencia e igualdad, para que mujeres y hombres dejen de dividirse por su sexo y pasen a considerarse seres humanos íntegros, con su pensamiento, su ideología, su fortaleza como personas, indistintamente de que sean hombres o mujeres.
Entonces, y solo entonces, habremos alcanzado la verdadera igualdad. Hasta ese momento queda muchísimo por recorrer.
Hola Sergio,Soy Nancy.
ResponderEliminarMe tienes un poco sorprendida.Lo siento pero no comparto una de tus expresiones,primero te dire que hoy es uno de esos dias en los que la gente se lanza a la calle para .........
No se para que,porque lo que puedan decir ya muchos lo sabemos y necesitamos mas ayuda y de otro tipo,tambien te dire que la violencia es de"genero",es decir que te olvidaste de todos esos hombres los cuales tambien fallecieron en manos de sus parejas,se que me diras que son muchos menos,pero te apostaria que son muchisimos los que son maltratados fisico y psicologicamente,solo que unos no denuncian y los que denuncian no se les toma muy en serio.Tu hablas de, que es lo que hay que cambiar?,los valores de la gente?Pues creo que seria una buena forma,los padres deberiamos educar a nuestros hijos con igualdad,pero si queremos conseguir la igualdad,tenemos que quererla en todo y medir a los dos generos con el mismo metro,Yo empezaria por cambiar algunas leyes,igual en unos años serian muchisimas menos las personas fallecidas a consecuencia de la violencia de genero.Bueno espero que entiendas mi posicion,yo si quiero igualdadpero repito que para todos,un saludo.