domingo, 12 de diciembre de 2010

Maquillar los resultados

Al PP solo le gustan las encuestas que encargan ellos mismos.

Incluso rechazan y desconfían de las encuestas que, aun siéndoles favorables, vienen de otros organismos. Y más si se trata del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), dependiente del Ministerio de Presidencia. Quizá piensan que el Gobierno maquilla unos resultados que, ya de por sí, muestran un aparente cambio de tendencia en cuanto al voto, provocado (no es que yo lo diga, que al fin y al cabo solo soy un simple licenciado en Filología Hispánica) por el desgaste que todos los gobiernos europeos han tenido por culpa de la crisis económica, una crisis (tampoco es que lo diga únicamente yo) que en España es más aguda debido al derrumbe del ladrillo y la burbuja inmobiliaria de esos años de bonanza en los que el Partido Popular daba alas a la especulación como único motor del país, dejando a un lado la educación, la inversión en desarrollo e innovación, la industria, etc.

De aquellos barros, estos lodos, suele decirse. La crisis llegó y es lógico y comprensible que las personas tendamos a culpabilizar a los dirigentes actuales, sin pararnos a pensar en cómo ha ido desarrollándose la historia hasta llegar al presente. En mi ciudad pasa lo mismo: la bonanza económica trajo despilfarro, malgasto de dinero, regalos y dádivas inusuales de un municipio de veintisiete mil habitantes..., pero bueno, que no me gusta hablar del pasado, que para eso ya están otros.

El caso es que ahora, en el Ayuntamiento de Novelda, hay una deuda heredada a la que el actual equipo de gobierno tiene (tenemos) que hacer frente. ¿Eso significa que la contención de gasto, la reducción de partidas presupuestarias y de sueldos a concejales no se hubiera hecho de no existir la crisis? Ni mucho menos: esa contención del gasto es algo que (yo por lo menos) he tenido muy claro y muy presente desde el instante en que aterricé en el consistorio, y más tratándose de dinero que viene de los bolsillos de mis conciudadanos y conciudadanas.

Nunca podría, por ética, por moral, por respeto y por conciencia, gastarme un euro más del estrictamente necesario, nunca me permitiría pasar un gasto por un «refresco» a las dos de la madrugada en un pub, o viajar de Alicante a Valencia en tren en billete de preferencia para coger un vuelo en primera clase hasta Madrid (menuda vueltecita a costa de todos, ¿no?; prefiero el tren Alicante-Madrid, dentro de poquísimo tiempo incluso con el AVE, financiado íntegra y exclusivamente por gobiernos socialistas; con lo que aquí se da la curiosa paradoja que, mientras unos se financian con tramas corruptas, otros financian progreso y capacidad de futuro).

Pero a lo que iba: las encuestas.

Es palpable que el Partido Popular rechaza y ningunea a las instituciones siempre y cuando no gobierne. Así, argumentan que el Gobierno ha montado una operación mediática contra los atletas para tapar el abandono salvaje de los controladores aéreos, a su vez montado por el Gobierno también para intentar paliar el impacto de la crisis económica... Igualmente, el Gobierno organizó a todos los jueces de la Comunitat Valenciana para imputar a doscientos cargos públicos del PP... Y asimismo, el Gobierno provoca lluvias torrenciales, incendios y demás desgracias siempre y cuando le interese...

Seamos más serios, por favor. O si no, podríamos alargar esa cadena de montajes hasta el infinito, y seguramente llegaríamos al momento (allá por marzo de 2004) en que a algún socialista se le ocurre que lo mejor para gobernar España es planear un atentado contra ciudadanos españoles, tal y como muchos medios de comunicación afines al Partido Popular decían en su día y siguen diciendo.

Y es que la derecha piensa que, cuando no tienen el poder, es que alguien muy malvado y con muy mala leche se lo ha usurpado, lo que significa una negación total de la democracia, la independencia de los distintos poderes y, lo más grave, un rechazo absoluto por la libre voluntad y elección de la mayoría de las personas. Y eso es muy triste, muy pero que muy triste.

Todo lo contrario que el Gobierno, desde luego, quien, a través del CIS, saca a la luz una encuesta donde el propio Gobierno es el que sale peor parado. ¿Hace falta recordar las encuestas del CIS en aquellos años en que gobernaba José María Aznar?

Como decía al principio, desde el PP no se han creído la encuesta del CIS, aludiendo a un posible maquillaje por parte del Gobierno, por lo que no han tardado nada en encargar una encuesta a un organismo independiente, con la idea de volver a maquillar esos resultados para que les fueran más favorables. ¿Curioso, verdad? De tanto maquillaje, tal vez nos olvidemos que estamos hablando de personas y no de números.

En mi ciudad también se empieza ya a maquillar las encuestas, si es que existen. Incluso, en palabras de algún concejal de la oposición, se augura que el resultado del Partido Popular va a ser «espectacular», «arrasador», «un paseo»... Yo no me atrevo a realizar vaticinios, no me atrevo a especular sobre el futuro o sobre lo que será. Me importa el hoy. Es más, me importa el hoy mirando hacia el futuro, por supuesto, pero no pensando en ganar o perder las próximas elecciones, sino contribuyendo a la mejoría general de mis vecinos desde ya mismo. Con las manos limpias. Con la conciencia tranquila. Con las cuentas claras.

Es la única forma de dormir tranquilo.

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